Entorno

Matarraña

El Matarraña es la combinación de una excepcional gastronomía, ruralidad y naturaleza salvaje poco explotada por el hombre son características que, junto con la piedra picada, configuran la imagen del paraíso de la tranquilidad al lado de casa.

Es en el Matarraña, donde podemos encontrar desde vestigios de los íberos, los primeros pobladores de esta tierra, hasta alojamientos excepcionales que ayudan a los viajeros a conectar con la naturaleza salvaje de los puertos; es turismo SLOW en estado puro.

El Matarraña es tierra de frontera donde la arquitectura renacentista es el emblema de los pueblos de esta comarca de la Franja, entre Catalunya, Valencia y el Reino de Aragón. En cada uno de los pueblos que configuran el Matarraña se respira la esencia de lo realmente auténtico; todos ellos esconden particularidades que no dejan indiferente al viajero.

La región toma su nombre del río que atraviesa esta tierra. Para disfrutarlo en su máximo esplendor, hay que desplazarse hasta el pueblo de Beceite; donde además de varias rutas que conectan con el Parque Natural dels Ports, donde encontramos el Parrissal o La Pesquera, zonas de agua de gran valor natural y paisajístico.

Naturaleza al 100% y aventura para todas las edades

Descenso de barrancos o la escalada en las rocas del Masmut en Pena-roja de Tastavins, u observar una impresionante colonia de buitres (Observatorio Mas de Bunyol) que utilizan las enormes estratificaciones rocosas para hacer sus nidos. Encontrarán rutas de senderismo en todo el territorio, pero les recomendamos la vía verde de la Vall de Safán que transcurre por varios municipios.

Matarraña es sinónimo de turismo de calidad y familiar, desde la Bioescuela de Fuentespalda pasando por el descubrimiento de los rastros dejados por los dinosaurios seudópodos hasta Tastavins o, incluso, para aprender a montar a caballo con los más pequeños en Cretas o Valderrobres.

Matarraña Activo Cultural

El Matarraña es activo cultural, en este sentido, Calaceite ejerce de capital cultural del Matarraña. Riqueza idiomática, de tradiciones ancestrales durante todo el año, de la escritura, de preservación del patrimonio arquitectónico y punto de encuentro de eventos culturales de esta zona tan rica culturalmente.

Cada uno de los pueblos que configuran esta comarca con gran influencia mediterránea destacan por ser un monumento histórico artístico; en este sentido y dejando a un lado Valderrobres o el mismo Calaceite, destaca la Fresneda, con un núcleo urbano con calles porticadas, plazas soleadas o grandes edificios declarados bienes de interés cultural (el Ayuntamiento, la casa de la Comanda, el convento de los Mínimos con su fachada plateresca o la ermita de Santa Bárbara. Rafales o la Torre del Comte son también un claro ejemplo de los activos arquitectónicos de la comarca.

Los pueblos de Mazaleón y Cretas nos trasladan a la prehistoria, con sus numerosos restos de pinturas rupestres y asentamientos neolíticos, de la edad de bronce y de hierro. También podemos encontrar el antiguo poblado íbero de San Cristóbal.

En Monroyo se respira edad media, el puente de Torredarques o el núcleo urbano de Fórnoles, juntos, y a través de leyendas explicadas por las gentes de sus pueblos nos trasladan a una época mágica de caballeros.

En definitiva, estamos frente a un paisaje mediterráneo prelitoral que ofrece al viajero diversidad de paisajes y ecosistemas bien conservados; frontera terrestre entre Cataluña y Valencia, con excelente gastronomía, acoge al visitante con la calidez de un pueblo que ama su tierra.

Casco Antiguo de Valderrobles

Finalmente, en el casco antiguo de Valderrobres se respiran los aromas de la edad media. Protegido como lugar histórico de interés cultural por el gobierno de Aragón en el año 2004, sus calles y callejones serpenteantes con luz tenue nos trasladan, si cerramos los ojos, a épocas de caballeros feudales centrados en proteger a la población. Esta concepción defensiva y militar origina la construcción del muro y el puente que da acceso al casco antiguo a través del Portal de Sant Roc (patrón protector de las epidemias), elementos característicos de la población junto con los edificios de la Plaza España: el Ayuntamiento (de estilo manierista), la Fonda y varias casas que se remontan al siglo XVI y que configuran un conjunto arquitectónico de gran belleza.
Valderrobres es el centro administrativo de la comarca y el punto de partida obligatorio para muchas de las rutas que se pueden realizar por cada uno de los pueblos y parajes que configuran esta comarca del Matarraña que no deja indiferente al viajero. En Valderrobres se puede encontrar alojamientos, restaurantes, servicios turísticos y una amplia gama de tiendas y servicios que pueden satisfacer las necesidades del visitante.

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